La zona republicana sufrió ataques aéreos desde el inicio de la Guerra, unos dirigidos contra objetivos concretos y otros de carácter indiscriminado, para provocar el miedo y el desaliento entre la población. Las primeras medidas de defensa fueron improvisadas y realizadas por iniciativa ciudadana como las huidas al campo, la construcción de refugios privados, así como la instalación de sacos de tierra en los lugares más transitados.
El Gobierno de Negrín
promulgó el 28 de junio de 1937 los decretos que regulaban la constitución de
los Comités Provinciales de Defensa Especial contra Aeronaves (DECA) y las
Juntas Locales de Defensa Pasiva. Sus funciones fueron, esencialmente:
– La construcción
de nuevos refugios.
– La instalación de
sirenas para alertar de la presencia de aviones.
– La organización
de brigadas de salvamento.
– La mejora de los
servicios de bomberos.
– El
establecimiento de puestos de socorro de primeros auxilios.
– La mejora de la
defensa pasiva ajustada a las teorías desarrolladas por los especialistas.
«En sesión ordinaria de 10 de noviembre de 1937, en segunda convocatoria, se reunieron los vocales del Consejo Municipal de Almenara bajo la presidencia del camarada Vicente Navarro Dasca como alcalde.Dada cuenta del oficio de la Junta Provincial de Defensa Pasiva, no habiéndose constituido todavía en este momento en localidad, según los datos obrantes en secretaria del Comité Local de Defensa Pasiva, con arreglo a lo dispuesto en la disposición que aparece en la Gaceta de la República de fecha 29 de junio de 1937 y en el Boletín Oficial de la Provincia número 81 de 8 de julio del corriente año, se acuerda su cumplimiento y por unanimidad se nombran para vocales de los que no existen especiales en la localidad a los del Consejo Municipal Alberto San Luis Gascó y Rafael Serra García, procediéndose a su constitución inmediata».
En junio de 1939,
ya acabada la Guerra Civil, pero ante el temor al inminente estallido de la II
Guerra Mundial, el Gobierno Civil de Castellón emitió una circular dictada por
el Excelentísimo General Jefe del Cuerpo de Ejército de Galicia donde se
ordenaba que los refugios contra los ataques de aviación pasasen, si no lo
estaban, a disposición de los ayuntamientos, con la obligación por parte de
éstos de cuidarlos, conservarlos y mejorarlos si ello fuera aconsejable.
Según la
comunicación del Alcalde de Almenara del 8 de julio de 1940 con el señor Jefe
de Antiaeronáutica de Castellón que respondía a un escrito del 23 de junio,
existían cinco refugios antiaéreos en la población. Sus ubicaciones y
características eran las siguientes:
- Avenida de la República (actual
Avinguda del País Valencià) s/n, con capacidad para 150 personas con dos
puertas una a cada lado de la carretera en el paso contiguo a las casas. Las
puertas se taparon con tierra. Tenía un volumen de 36 m3 y una superficie de 20
m2. Su resistencia para bomba está calculada en 100 kg. No tenía defensa
antigás, pero sí alumbrado eléctrico.
- Avenida de la República nº 22,
dentro de la casa de Manuel Huerta Soriano, también con dos puertas, con
capacidad para 50 personas. Su volumen era de 22 m3 y una superficie de 14 m2.
Resistía bombas de hasta 100 kg. No estaba preparado con defensa antigás pero
disponía de alumbrado eléctrico.
- Avenida de la República nº 40,
dentro de la casa de Vicente Beltrán Ribelles. Podía albergar hasta a 50
personas. Contaba con 20 m3 de volumen y 14 m2 de superficie. Se le calculaba
una resistencia para bomba de 50 kg. Tampoco disponía de defensa antigás pero
sí con luz eléctrica.
- Calle de los Molinos nº 24, en la
casa de Plácido Casanova Navarro. Su capacidad era de 40 personas. Un volumen
de 18 m3 y una superficie de 12 m2. Resistía bombas de hasta 100 kg. Contaba
con alumbrado eléctrico, pero no con defensa antigás.
- Grupo Escolar, contiguo a las escuelas Miguel de Cervantes. Podía albergar hasta 100 personas, contaba con un volumen de 30 m3 y una superficie de 16 m2. Podía resistir bombas de hasta 500 kg pero no estaba acondicionado ni con luz eléctrica ni con defensa antigás.
Ninguno
de estos refugios es accesible en la actualidad. Una verdadera lástima para nuestro
patrimonio, ya que tendrían la consideración de bienes de relevancia local
(BRL) por la Ley 14/2017, de 10 de noviembre, de memoria democrática y para la
convivencia de la Comunidad Valenciana y podrían convertirse en «Lugar de
Memoria».
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